Por CLAIRE RUSH
Las universidades de Estados Unidos han anunciado congelaciones de contrataciones, citando una nueva incertidumbre financiera al tiempo que el gobierno del presidente Donald Trump amenaza con una serie de recortes a contratos federales y subvenciones de investigación.
En febrero, el gobierno anunció recortes profundos a las subvenciones de los Institutos Nacionales de Salud para instituciones de investigación, un cambio que podría reducir el dinero destinado a algunas universidades en más de 100 millones de dólares. Algunas escuelas ya han suspendido proyectos debido a los recortes, que han sido retrasados temporalmente por un desafío judicial.
Recientemente, el presidente Donald Trump ha mostrado interés en dirigir más directamente la financiación a las universidades. Su gobierno ha prometido retirar fondos federales a las universidades que desafíen su agenda en temas como programas de diversidad, equidad e inclusión, la participación de atletas transgénero en deportes femeninos y las protestas estudiantiles que él considera “ilegales”.
El 7 de marzo, el gobierno retiró 400 millones de dólares de la Universidad de Columbia por lo que describió como la falta de la escuela de la Ivy League para sofocar el antisemitismo en el campus. El Departamento de Educación siguió con una carta el lunes advirtiendo a 60 universidades que podrían perder fondo federales si no logran hacer que los campus sean seguros para los estudiantes judíos.
La educación superior ha sido un generador constante de empleo desde la pandemia, con colegios y universidades privadas añadiendo 35.000 empleos en todo el país el año pasado. Los defensores de los trabajadores dicen que las pausas de contrataciones y los recortes en las universidades podrían contribuir a un crecimiento más lento del empleo en los próximos meses.
Universidades privadas y públicas han estado anunciando congelamientos de fondos
En las últimas dos semanas, más de una docena de instituciones han anunciado límites en las contrataciones para puestos de facultad y personal, así como otras medidas para ajustar los gastos.
Se han anunciado congelamientos de contrataciones en escuelas como Harvard; el Instituto Tecnológico de Massachusetts; Notre Dame; la Universidad de Pensilvania; la Universidad de Pittsburgh; la Universidad de Emory; la Universidad de Vermont; la Universidad Estatal de Carolina del Norte; la Universidad de Washington; y la Universidad de California, San Diego.
En un comunicado, las autoridades de Harvard explicaron que la decisión estaba “destinada a preservar nuestra flexibilidad financiera hasta que comprendamos mejor cómo se desarrollarán los cambios en la política federal y podamos evaluar la magnitud de su impacto”.
La provost de la Universidad de Washington, Tricia Serio, destacó en una publicación de blog que reconocía cómo la incertidumbre del momento podría “provocar estrés, preocupación y ansiedad”.
“Al utilizar este tiempo para ahorrar proactivamente nuestros recursos y planificar de manera reflexiva, estaremos mejor preparados para gestionar cualquier recorte futuro de financiación para proteger nuestra misión por el bien público”, escribió.
Varias universidades señalaron que también están buscando otras formas de reducir gastos, incluida Emory, donde el presidente Gregory Fenves dijo que es necesario “tomar medidas prudentes para prepararse para lo que puede ser una interrupción significativa de nuestras finanzas”.
Universidades ven riesgos para financiación federal en varios frentes
Las universidades se habían estado preparando para vientos en contra bajo el nuevo gobierno, incluyendo la posibilidad de un gran aumento en el impuesto sobre los fondos de dotación de las universidades. Pero el nuevo gobierno ha tomado varios pasos que han aumentado la incertidumbre.
Además de las reducciones ordenadas a las subvenciones de los NIH, los fondos para investigación y proyectos han sido retenidos por retrasos en los procesos de aprobación y recortes a programas vinculados a la diversidad, equidad e inclusión.
Luego de un altercado entre Trump y la gobernadora de Maine sobre atletas transgénero, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos suspendió la financiación para la investigación en la Universidad de Maine. La financiación fue restaurada esta semana, de acuerdo con funcionarios.
El golpe de 400 millones de dólares asestado a Columbia, en particular, sacudió a las instituciones de educación superior.
El retiro de fondos federales no es la forma de combatir el odio, dijo Ted Mitchell, presidente del Consejo Estadounidense de Educación. La cancelación, agregó, “eviscerará las actividades académicas y de investigación” en Columbia.
“Pero también estamos profundamente preocupados de que, a menos que el gobierno revierta su curso, pasará a dirigir erróneamente su atención a la pesquisa en otras instituciones, causando más caos, confusión y consecuencias negativas”, indicó Mitchell.
El jueves, autoridades de Estados Unidos señalaron que un grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo había notificado a líderes en Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Boston que desea reunirse y discutir incidentes en que universidades de sus ciudades podrían no haber protegido a los estudiantes judíos de actos de discriminación.
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El periodista de The Associated Press Chris Rugaber contribuyó a este despacho desde Washington.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
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